domingo, 6 de marzo de 2016

Del Humanismo A La Ilustración

Entre los siglos XV y XVIII el occidente europeo vivió un periodo de importantes transformaciones políticas. El hecho fundamental de este tiempo fue el Nacimiento y Consolidación de los Estados Nacionales, que se basaron en el fortalecimiento de las monarquías, en el avance de la centralización administrativa y territorial y en la consolidación en unas fronteras nacionales, cuyo diseño fluctuó a lo largo de estos siglos debido a los enfrentamientos político-religioso derivados de la lucha por la hegemonía europea.
La consolidación de los Estados modernos en Europa Occidental supero en el terreno político la secular disputa que durante el medio evo mantuvieron los dos grandes poderes que se disputaban el dominium mundi: el Papado y el Imperio. Agotados ambos tras siglos de enfrentamientos ideológicos y militares, a su sombre se fue fraguando el ascenso de las monarquías nacionales, que siguió un lento proceso, no exento de altibajos, que permitirá el resurgir de la idea de Estado a partir del siglo XVI. En el terreno de los hechos, esta evolución se vio jalonada desde el siglo XIV por los intentos personalistas de determinados monarcas castellanos, aragoneses, franceses e ingleses, y tuvo como principal obstáculo las resistencias de una nobleza feudal que se negaba a perder su libertad de acción frente al Estado. 
El principal apoyo de las monorquidias fue, por contra, la emergente burguesía urbana, que en muchos casos ayudo a financiar las empresas reales y aporto a los nacientes aparatos administrativos funcionarios y técnicas de gestión. Todo este proceso de resurgimiento de la idea de Estado no podría explicarse atendiendo solo a los hechos, pues la renovación y el impulso de los estudios sobre Derecho y Política, iniciados desde el siglo XIII en algunas universidades europeas, aportaron la base ideológica sobre la que asentarían los procesos de construcción estatal que comenzaron a dar sus frutos a partir del siglo XVI. 
La justificación de las monarquías autoritarias fue el primer paso, y derivo casi inmediatamente hacia la consolidación de un poder monárquico absolutista, que también encontró diversas formas de justificación ideológica y contó con importantes teóricos y propagandistas. Sin embargo, el mismo florecimiento del pensamiento político que sirvió inicialmente a los intereses de las monarquías europeas termino por estimular la capacidad critica, el debate ideológico y el surgimiento de propuestas alternativas. 
La monarquía absoluta dejo de verse como culminación , como única forma de garantizar la existencia del Estado frente a las tendencias disgregadoras, y muchos entendieron que podían existir formulas distintas de organizar el gobierno y la sociedad. El trayecto que sigue el pensamiento político desde el Humanismo a la Ilustración esta plagado de aportaciones individuales por parte de pensadores notables que se anticiparon a su tiempo, de propuestas teóricas que solo fueron llevadas en parte a la practica y, a veces, de justificaciones a posterior de hechos consumados. 
A grandes rasgos, podríamos considerar que en el siglo XVI la "modernidad" estaba vinculada a la defensa y justificación del creciente poder de los monarcas, en el siglo XVII, los teóricos que defienden la monarquía absoluta son ya conscientes de que esta es una consumado y d que comienzan a surgir le detractores y, por ultimo, en el siglo XVIII son ya mas numerosos los teóricos que apuestan por el entramado social y económico en que se sustentaba. En la evolución del pensamiento político que se resumirá a continuación, sigo fundamentalmente el esquema propuesto en algunas obras generales de Historia de las Ideas Políticas, principalmente la de Jean Touchard, (Fabio De la Cruz 2011)


(http://es.slideshare.net/historiauniversal/humanismo-y-pensamiento-cientfico)

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